Cuando se habla de colesterol alto hay que tener claro a qué tipo de esta sustancia nos referimos, pues por nuestro torrente sanguíneo corre colesterol malo y también el denominado bueno.

Según la Clínica Mayo, el colesterol es una sustancia cerosa favorable para la vida. Realmente es una grasa que contribuye con el funcionamiento del organismo. Es por ello que es importante que conozcamos qué tipo de colesterol registra niveles elevados en nuestro cuerpo.

Si se trata del catalogado malo o LDL (por sus siglas en inglés), hay que prestar especial atención a esta condición, en vista de que con el tiempo la sustancia tiende a pegarse a las paredes de las arterias, formando placas que pueden derivar en problemas coronarios o accidentes cerebrovasculares.

Síntomas del colesterol alto

La única forma de diagnosticar el colesterol alto es un examen de sangre. Sin embargo, hay algunos síntomas que pueden alertarnos para la búsqueda de ayuda médica, pues podrían advertir sobre la presencia de esta condición.

Según un reporte del grupo internacional de laboratorios Eurofins, con sede en Luxemburgo, los principales síntomas de tener altos niveles de colesterol malo en sangre son:

  • Hinchazón de las extremidades
  • Boca pastosa, seca y halitosis
  • Pesadez en el estómago e indigestión
  • Dificultades en el ritmo intestinal
  • Aparición de urticaria
  • Dolor en el pecho
  • Dolor de cabeza
  • Visión borrosa
  • Agitación al moverse o hacer deporte
  • Pérdida de equilibrio
  • Accidente cerebrovascular
  • Ataque al corazón

Factores de riesgo

Cuando los resultados de un examen para detectar los niveles de colesterol LDL en sangre están por encima de 240 mg/dl es un indicativo de que se sufre de hipercolesterolemia, condición que multiplica el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares y del cerebro.

El colesterol ideal total (que es la suma del malo y el bueno) debe estar debajo de 200 mg/dl y colesterol LDL por debajo de 130 mg/dl, según indica la Sociedad Española de Medicina Interna.

Los factores de riesgo a la enfermedad también son importantes. Entre éstos predominan la mala alimentación, el tabaquismo, la falta de ejercicio, la edad y la diabetes.

Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas. Pregúntele siempre a su doctor o especialista si tiene dudas sobre su salud o antes de iniciar un tratamiento.

 

 

Fuente: meganoticias.cl