Doce policías del estado mexicano de Tamaulipas fueron capturados por presuntamente participar en enero en la masacre de 19 personas que fueron calcinadas, entre ellas dos guatemaltecos, en una zona fronteriza con Estados Unidos, informó este martes la Fiscalía.
En el sitio de la masacre se encontraron indicios de que probablemente “participaron al menos 12 elementos de la Policía Estatal” dijo en rueda de prensa el fiscal de Tamaulipas, Irving Barrios.
El pasado 23 de enero, la Fiscalía de Tamaulipas, fronterizo con Texas, informó que dentro de un vehículo incendiado se hallaron los restos calcinados de 19 personas, que se presume en su mayoría sean migrantes de Guatemala que buscaban llegar a Estados Unidos.
Tras las primeras indagatorias y un análisis del lugar, la Fiscalía ha reforzado la hipótesis de una alteración del crimen que indicaría la probable participación de los uniformados, añadió Barrios.
Los policías ya fueron detenidos y serán acusados por su “probable participación en los delitos de homicidio calificado, abuso de autoridad, desempeño de funciones administrativas y falsedad en informes dados a una autoridad”, detalló el fiscal.
En Guatemala, familiares de migrantes señalaron que entre las víctimas podrían estar sus allegados que por esos días habían decidido cruzar México con ayuda de traficantes de personas, en un intento por llegar a Estados Unidos.
La fiscalía de Tamaulipas ha trabajado con autoridades consulares de Guatemala y en base a análisis de ADN se ha logrado identificar a dos guatemaltecos y dos mexicanos entre las víctimas.
Tamaulipas, en la costa del Golfo de México, es la ruta más corta para llegar a Estados Unidos desde el sur, pero es peligrosa por la presencia de bandas que secuestran, extorsionan y asesinan a migrantes.
Camargo, el área donde fueron hallados, es una zona de disputas entre el cártel del Noreste, surgido de Los Zetas, que controla parte de Nuevo León, y el del Golfo, que por décadas ha actuado en Tamaulipas.
En agosto de 2010, un grupo de 72 migrantes sin papeles, en su mayoría centroamericanos, fueron asesinados por presuntos Zetas en el municipio de San Fernando, en Tamaulipas.
México vive una ola de violencia ligada al crimen organizado, especialmente cárteles de las drogas que se disputan las rutas hacia Estados Unidos.
Desde diciembre de 2006, cuando el gobierno federal lanzó un polémico operativo antidrogas, se han registrado más de 300.000 muertes violentas, la mayoría en hechos criminales, según recuentos oficiales.
Fuente: biobiochile.cl