Al ejercitarse es importante estar bien hidratado. Consumir poco líquido puede provocar deshidratación, pero beber mucho también puede causar otros problemas como bajo nivel de sodio en sangre, también conocido como hiponatremia.

El propósito de rehidratarse, ya sea con agua o bebidas con electrolitos, es devolver al cuerpo el líquido que los órganos necesitan para funcionar bien.

Según explica Katherine Zeratsky, dietista registrada, Endocrinología y nutrición, Mayo Clinic en Rochester, Minnesota, la cantidad de líquido y la frecuencia dependerá de cada persona.

La regla general de los médicos es beber hasta calmar la sed. Si bien existen pautas recomendadas para hidratarse antes, durante y después de ejercitar, su cuerpo es el que mejor le indicará cuándo debe hacerlo. Préstele atención”, recomienda la especialista de Mayo Clinic.

Es probable que quiera beber más de lo normal durante el verano, cuando el clima es más cálido. “El agua común es lo mejor para la mayoría de la gente. Según cuán intenso sea su entrenamiento, puede limitar la ingesta de agua a la mitad y complementarlo con alguna bebida que tenga electrolitos y carbohidratos. Debería buscar una bebida que contenga ambos porque, al transpirar, el cuerpo pierde líquidos y electrolitos como el sodio y el cloruro”, añadió.

“Los carbohidratos, por otro lado, sirven de combustible para los músculos activos, pero tenga cuidado con la cantidad de azúcar”, dice Katherine Zeratsky.

Asimismo, aclara que son muchas las personas que no beben suficiente agua y que se sienten mejor al hidratarse más, sin importar qué es lo que beben, así que lo beneficioso probablemente no sea la naturaleza alcalina del agua, sino el agua en sí misma. Incorporar agua alcalina a las bebidas es decisión de la persona, pero es importante que se comprenda la definición de agua alcalina y cómo funciona el cuerpo.

Los científicos usan la medida de pH para describir qué tan ácida o básica es una sustancia, con un rango de 0 a 14. El agua pura tiene un pH de 7, por lo que es neutra. Los líquidos con un pH inferior a 7, como el café o las bebidas carbonatadas, son ácidos, y las sustancias con un pH superior a 7, como el bicarbonato de sodio, se consideran básicas o alcalinas.

Las aguas alcalinas tienen un pH de 8 o 9. Algunos distribuidores envasan agua con un pH naturalmente alto, mientras que otros dicen que alcalinizan el agua mediante un proceso de ionización. El cuerpo puede regular el pH en la sangre por sí mismo, gracias a órganos como los pulmones y los riñones, sin importar lo que uno bebe o consume.

“Se dicen muchas cosas respecto al agua alcalina, entre ellas que rehidrata mejor al cuerpo, que lo ayuda a «equilibrarse» y desintoxicarse, o que sirve para bajar de peso y prevenir o incluso tratar el cáncer. No hay suficientes estudios confiables, sin embargo, que demuestren los beneficios del agua alcalina “, sentenció la experta.

“Algunos estudios sugieren que el agua alcalina podría ayudar a ralentizar la pérdida ósea, pero se necesita investigar más para determinar si tiene un efecto sobre la densidad mineral ósea general y si este beneficio perdura a largo plazo”, explicó Katherine Zeratsky de Mayo Clinic.

La mejor regla general a la hora de ejercitar es beber hasta calmar la sed e hidratar el cuerpo con agua común y, de ser necesario, alguna bebida deportiva.

 

Fuente: biobiochile.cl